Hace unos días en la reserva natural de Ingwelala (Sudáfrica), el cazador de la foto fue devorado por unos leones que solo dejaron intacta su cabeza. Según parece era un cazador furtivo que se coló en la reserva y había matado a tres familias de babuinos y había colocado sus cuerpos para intentar atraer a los leones y matarlos, pero le salió mal.
